Si hace rato no revisas tus llantas, tal vez la temporada de lluvias sea la excusa perfecta para hacerlo y si es el caso hasta cambiarlas. Si no estas seguro de su estado, acá te contamos lo que debes saber.
Presta atención a tu volante, que no presente vibraciones o movimientos extraños, especialmente a a velocidades de 80 Km/h.
Protuberancias: Revisa que no tenga una superficie irregular, pues si es así debes llevarla a que la examinen para saber si es posible repararla o definitivamente debas cambiarlas
Desgaste: Revisa el testigo de desgaste, este es un taco de goma de 1,6 mm de espesor incrustado en el fondo de las ranuras principales del neumático; recuerda que cuando la goma de la banda de rodadura llegue al nivel de ese indicador, significa que se ha alcanzado el límite de desgaste legal.
Presión de aire: Mantén una presión de aire correcta, de lo contrario la llanta se desgastará prematuramente.
Alineación: Recuerda hacerlo cada 6 meses o cada 10 mil kilómetros, o también cuando realices cambio de llantas o existan irregularidades.
Balanceo: Efectúa el balanceo cada 6 meses o 10 mil kilómetros, también cuando cambies de llantas, repares, hagas rotaciones, al presentarse vibraciones o desgaste irregular.